
un beso de despedida que solo tu supiste que lo era
el sabor a sal y jazmines, y después
sin saber por que, me invadió un sentimiento confuso
sin razón, lleno de nostalgia mezclada con furia.
Hoy, después de asimilarlo me pregunto
¿Por que no fuiste más fuerte para ofrendar tu energía y así ganar más tiempo?
¿Fue su capacidad de persuasión o fue tu deseo de eliminar el dolor?
¿Fue el sueño negado o la realidad vivida la que te colgó en aquella sala?
Jamás sabrás lo que es vivir un sueño, por que te lo negaste,
jamás sabrás el dolor que fue el no tenerte a nuestro lado,
nunca podrás volver a tener un amor naciente,
ni podrás volver a caminar por la vereda escuchando la promesa de una vida en rosa.
Imagino que tu alma estará en el purgatorio por su condición suicida,
y ni mis plegarias, ni las de tu familia,
ni todo el amor que no puedo quitarme de dentro
pueden hacer un poco, ni nada por ti.
Es triste que lo que despiertes aún ahora
no pueda servirte para nada allí donde estás.
sin razón, lleno de nostalgia mezclada con furia.
Hoy, después de asimilarlo me pregunto
¿Por que no fuiste más fuerte para ofrendar tu energía y así ganar más tiempo?
¿Fue su capacidad de persuasión o fue tu deseo de eliminar el dolor?
¿Fue el sueño negado o la realidad vivida la que te colgó en aquella sala?
Jamás sabrás lo que es vivir un sueño, por que te lo negaste,
jamás sabrás el dolor que fue el no tenerte a nuestro lado,
nunca podrás volver a tener un amor naciente,
ni podrás volver a caminar por la vereda escuchando la promesa de una vida en rosa.
Imagino que tu alma estará en el purgatorio por su condición suicida,
y ni mis plegarias, ni las de tu familia,
ni todo el amor que no puedo quitarme de dentro
pueden hacer un poco, ni nada por ti.
Es triste que lo que despiertes aún ahora
no pueda servirte para nada allí donde estás.
¿Compasión? Nunca.
Tu odiabas que te tuvieran compasión.
Jamás fuiste débil...
jamás te vi llorar, hasta ese día que te besé por último
y me quedé allí, sin saber que pasaría después.
Hubiera dado la vida por no saberlo ni sentirlo,
por no verte como el péndulo de un reloj sin vida...
sin TU vida.
A veces solo deseaba que estuvieras aquí,
confortándome en mi debilidad,
diciendo que tu ausencia solo era corporal,
pero nunca estuviste...
Tu odiabas que te tuvieran compasión.
Jamás fuiste débil...
jamás te vi llorar, hasta ese día que te besé por último
y me quedé allí, sin saber que pasaría después.
Hubiera dado la vida por no saberlo ni sentirlo,
por no verte como el péndulo de un reloj sin vida...
sin TU vida.
A veces solo deseaba que estuvieras aquí,
confortándome en mi debilidad,
diciendo que tu ausencia solo era corporal,
pero nunca estuviste...
® Luis Carbajal
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