mar

Valolopez

Divina y salina; el agua me recibe con cálido tacto, como los brazos de mi madre al oir mi llanto.

Salada salida; las lágrimas se confunden con el mar y es que soy del mar; soy sirena con pelo de espuma; cubriendo mi cuerpo con algas adheridas a él, como si le fuera propio, como un traje invisible e indivisible.

El olor conocido y las miradas bajo mis ojos me hacen sentir en los pies cosquillas de vidas marchitas.
Y viene y se va; me hace tambalear, me hace hundirme y sentir que lo tengo y no.

Es el amor como el mar; distante, intrigante, cercano, lejano, indeciso, blanco y peligroso.

Es pretexto para que el sol se hunda; dejando un halo naranja de pureza y nostalgia, poco a poco se lo va tragando hasta que de él no queda sino su recuerdo, estela rosada que deja un eco de grandeza; la vida pasada que recordaré en sueños, a gritos, entre develos y los celos.

Es el olor del adiós, es el despido del navío que en la línea del horizonte se borra.

Es la señal de un estallido que ahi mismo tendrá lugar y que será imperceptible a nuestra profana vista.

El sol es lumbre en la luna.

Automutilación

Me dolerá... lo sé
será similar a cortarme una mano o un pie
me sentiré incompleto
y tendré la sensación de que sigue ahí
al menos por un tiempo

Pensaré que extirpé un tumor
que hice una biopsia y no hubo mas remedio
que crecía en mi interior
invadiendome, sofocandome,
matandome...

Y no se, tal vez deba segui así
o conseguirme un repuesto
un simil que reponga lo perdido
y me haga sentir menos abandonado
o menos inútil

Desearía que nunca hubiera sido necesario extirpar
por necedad me acostumbré a vivir con el dolor
lo gozaba y me revolcaba en el
pero un momento de sensatez me llevó a sacarlo de tajo
a esta dolorosa pero necesaria automutilación.


Luis Carbajal

Mala Costumbre.

Para Argento.

No se me ocurre nada
tampoco es que haya mucho que contar
solo tal vez el aire
atravesando por mi cuerpo

tengo algunas malas costumbres
como no acomodar las cosas en el mismo lugar
o los calcetines dentro de los zapatos
algunos breves dramas para toda ocasión

ya deberías saberlo bien
olvido algunos nombres por decisión
algunas fechas importantes por devoción
hasta donde deje las pinches llaves

sin embargo no aparto mi mente
de los besos en la oscuridad
abrazos nocturnos
crónicas de noche enamorada

no temo mirar
las marcas de la duda
tan solo es el aire
que se va quedando atrás

todo debe pasar
lo veo claramente ahora
olvidarse indefinidamente
como es mi mala costumbre.

Ganas

Tengo ganas de unas manos frias...
de unos dedos frios sobre mi espalda...
de que los tuyos esten frios...
de que lo tuyos esten...

Tengo ganas de verte y abrazarte,
de que tu me abraces por que quieres,
por que lo deseas, por que me deseas...

Tengo ganas de verte y besarte
de saciar mis ganas locas
de morderte y arrancarte la ropa al instante...

Tengo ganas, cual vampiro de
succionarte, lamerte
beber toda tu sangre...
vaciarte y volver a llenarte...

Tengo ganas de tenerte
enredado entre mis sabanas
indefensamente dormido...
y hacer a mis anchas lo que quiera contigo...

Tengo ganas de que haga frio
que me lo quites con dosmil besos
en los rinconcitos de mi cuerpo...

Tengo ganas de que estés y no te vayas
de que te quedes mas de una noche
de que sea la noche quien te obligue
a pensarme eternamente...

Tengo ganas de que me cantes
al oido diezmil estrofas
de canciones de amor desesperado...

Tengo ganas de que me extrañes
y me ames
que me implores y me alabes...

Tengo ganas de tenerte, poseerte
de apretarte fuertemente...

Tengo ganas de romperme
en diezmil pedazos
y que pegues con saliva y besos
cada parte de mi cuerpo...

Tengo ganas de que suspires por las noches,
que te inspire en las mañanas,
que me extrañes a deshoras...

Tengo ganas de que me necesites
que no puedas vivir sin mi,
de hacerte falta, de que
tengas la misma sensacion de ansiedad...

Tengo ganas de que sientas
todas esas cosas
de que yo no las sienta por ti...

Tengo ganas, muchas ganas
de sacarte de mi mente
de mi vida,
de sanar las heridas
que deja el desamor...

No se trata de invadirte
de marcar tu piel a fuerza de golpes emocionales
suficientes trampas tiene ya el amor como para querer herirte
tampoco se trata de conquistar aquello que defiendes
es más el encuentro del centro mismo del universo en tu cuerpo

sentarme ante la presencia de tu desnudes
admirar cada línea que compone tu figura
sin nombrarme tu propietario
pues al final lo que una vez nos pertenece
alguna vez también cambiara de dueño

prefiero entonces
fundirme en tu persona
hallar en la soledad de tus pensamientos
la excitación que recorre tu piel
explorando las avenidas que atraviesan
siempre continúas

es profunda la espera
pero a cambio de tu presencia
habrás de encontrar libertad
deseo entrar en lo más subterráneo de ti
partirte en dos
con aquellas mitades en la mano
conoceré tu intimidad secreta
purgando de tu boca
aquellos nombres invocados

no se trata de invadirte
de conquistarte solamente
dejando huellas o marcas imborrables
es mas bien la comprensión precisa
de descubrirte y descubrirme en ti
cuando estoy contigo.

Antorcha de vida

Valolopez

Sentía, sentía amor, que sentía.
Que la vida ya no es vida; que dividiendo las porciones, la casa se queda vacía.
Y entre órganos de vida, presuntuosas se comían
una a una las palabras que de tu boca salían.
Subía, subía, amor, que subía
tranquila la marea al vaivén de sus caderas
que con trágicos desdenes salían de las coladeras
profusas y fugaces boquitas de madera, se incrustaban en sus labios
convertidos en esferas.
Y se afea, se aferra y genera
blancas hojas donde fingir historias nuevas
salinas llamaradas, que nostalgia le creaban al martirio de sus ojos que con ansias desdeñaban.
Moría, moría, amor, renacía
en las raíces de tristeza
con su sensual corteza me acariciaban entre sueños
cobijaban los develos del amargo corazón
que lejos de añorarte de nuevo
sabíanse con desilusión.
Que si el sol no brilla de nuevo será porque le robaron
aquellos trazos ciegos
en los que escribía su legado.

Ella, su maldito nombre

Valolopez

Y todo a mi al rededor me lo advierte:
hasta el viento anuncia con pompa y sombrero tu llegada;
pareciera que la propia tierra se burla de mi condición
y justo al olvidarte comienzo a recordarte
y me tira al suelo, como adivinando tus pasos
primero una taza de café, luego en el pasto;
una vez en el piso, con la cara enlodada, con la fé casi aplastada y la paciencia enloquecida, tu tirano andar, ofensivo y oscuro hace gala de otra mujer que te quita el sueño, digna de recostarse a tu lado, digna de tener tus miradas, digna de compartir tu conversaciòn, digna de tu saludo y tu atención.

Yo, mujer, soy paria, soy escoria, expulsada del cielo del que alguna vez fui diosa, ahora mortal, sucia, indigna de tener siquiera tu desprecio
Yo, que me quedo sin voluntad, que me vacío entre gota y gota, el mar aqui se agota y me inundo de vacío, de ansiedad.

Y curiosa la vida que me deja sin tí, me da alguien más anhelándote aquí
a mi lado, en mi cama, tus brazos, tu aliento, tu vida
y me encuentro sola y triste, basura recogida, reciclada, malusada y de nuevo basura.
Y me pudro en mis lamentos
es lastimoso tu recuerdo, incluso mi reflejo se burla del patético bosquejo
que estos ojos ya no miran, sólo lloran y recuerdan
que estas manos marchitan lo que tocan
que esta boca no besa, sólo grita desgarradamente tu nombre
que estas piernas no caminan en dirección de otro hombre
que esta alma está ya condenada
a morir cuando te ví.

EnSaYo De UnA tRaGiCa EscEnA

Es que nunca te quise, haces bien en marcharte, en dejarme en suspenso sin saber si te vas. No se si hayas muerto o si en algún lugar aún me esperas, ya no se si eres libre o si vives por mí…no se si sueñas con recargarme a la pared y reventarme a besos ensayando una escena teatral, como antes lo hacías pero de ahora ni hablar…te has perdido en no se donde, has muerto quien sabe por qué, no se de ti nada, si corres o lloras, me recuerdas u olvidas, me extrañas, me esperas o huyes de mí.

¡Cierra el horrendo telón!, ¿que no ves que este guión ha encarnado en mi piel?, aunque no estés aquí has de enterarte que no creo en ti, porque no me place creer en el escepticismo de lo existente y mucho menos de lo invisible, lo indiferente e inservible.


® Adrián Mariscal

Intento

Valolopez Intenté correr atrás del sol; perseguirlo mientras huía presuroso de mí, la noche le pisaba ya los talones. En su inmensidad me di cuenta de mi error; no lo pude detener jamás porque nunca fue de mí. La ineficacia de los suspiros y las patadas que daban fuertes golpes en mi interior, ahí donde alguna vez estuvo el corazón, me recordaron de golpe la imagen maldita que cargo, como un estigma por mi crimen. Adivino en las nubes que esta noche será fría, más fría que cualquiera; mi cuerpo lo dejaré ahi, en la cama y yo me iré a viajar a otros mundos, que hay otros, pero están dentro de este. La isla que se aparece al frente no es desierta; fantasmas y almas penan y rondan la playa sin poder beber del agua que brilla como diamantes. Quisiera matar a cada una de ellas con mi cuchillo de obsidiana; de todos los espíritus hacer uno solo y ofrecerlo a los dioses como sacrificio. Ahora sé que ni eso te traerá de vuelta. Aquí abajo las cosas son tristes y duras; esta vida tiene aún algunos navajazos que darme. Mis huesos crujen como la silla que dejaste abandonada al pie de la ventana, meciéndose como para esperar tu regreso. Tu vida en mi regazo. Pero ya no lloraré. Haré tu recuerdo desmoronarse, tu vida lavarse como lavo mis manos de la tierra que pisé y que jamás olvidé.

Meteora

Te veo subir al cielo.
Pretencioso parece ser tu vuelo, pero es tan hermoso el cielo, tan azul, tan sabio y profundo,
como los ríos que llevan el agua al mar y que no regresan.
Como no regresas tu, que te quedas allá esperando al amor de tu vida afuera de tu casa, en la entrada principal,
porque no sabias si estaría por llegar o si solo se atraso un poco.
Pero que mas da un poco de aire dentro de los pulmones para llamarte a gritos,
si no escuchas, te sientas sorda y ciega, como lechuza al sol que no sabe que es día de fiesta.
No vas, no inventas, claramente te veo atravesar el cielo meteora y me preocupo por como llegaras al piso

Pasa el silencio frente a ti y te hace muecas pero prefieres ignorarlo, con ganas de hacerte siniestra.

No se cual es la esencia de las cosas que te rodean,
todo lo vuelves tan oscuro que no se porque el tiempo se transforma en tu compañero.
Y te vas a lo mas alto y quiero pedirte que me lleves o si no, que por lo menos arranques un pedazo de nube y me lo des,
pero estas tan arriba que no se si quieres mirar al horizonte o prefieres escapar de ti misma.
Vamos, observa de vez en cuando al piso, ya se que hay mucha confusión pero después de todo, las cosas se presentan así y luego se aclaran.
Susurros meteora, mientras hablo sobre ti, escucho claramente tu presencia cuando te cuento como la tierra se mueve, siempre cambia, como me apresa y no me deja seguirte. Mientras trato de inventar una canción de despedida.

Es verdad, no tengo todas las respuestas, por eso trato de comprender el porque simplemente diste un salto y te fuiste tan despiadadamente.

Ah meteora, eres dueña de ti misma, tan fuerte que te permites dar el corazón a quien quieras, mientras estas en la cima del mundo y cuando lo decides, nada parece detenerte y das miedo y provocas tumultos. Los hombres lobos esperan la navidad sentados en el filo de la banqueta. Pero te mantienes en cuenta regresiva, esperando por ese inicio que no llega a terminar.
Mis ojos como pirañas se comen todo lo que encuentran, grandes mareas de fuego abrazan la superficie lunar y me siento a mirar como grita la gente y sonrió ligero. Se yuxtaponen las posiciones, se liberan los esclavos de la mercadotecnia televisiva.
¿Puedes darte cuenta?
Meteora, te conviertes en una afluente de turquesa verde, entrégame tu poesía de tierra antes de que desaparezcas en el olvido del cielo, allá donde quisiste irte a soñar.

Corazón Caníbal

Se ha abierto el cielo
con su profundo ojo azul
entrecruzo las manos sobre el pecho
guardando mí silencio
para mandártelo
junto con el odio que te tengo

posiblemente esta vez
agonices de frió
en las lunas de saturno
brutal corazón caníbal

no, no deseo
estar a solas con mis pensamientos
indescifrables e intangibles
para que acaben
brincándome a la yugular
forzándome a sacar el recuerdo por la nariz
despertando tu apetito
mientras el filo de mi alma
se revela contra el yugo
impuesto por tus desordenes de personalidad

vienes a decirme que noviembre
se parece a ti corazón caníbal
los arrabales donde te metiste
no te permiten ver que el cielo se ha abierto
con su profundo ojo azul

a mi, déjame tranquilo
yo estoy en paz con los demonios
si no te muestro lo que hay dentro de mí
es por pura precaución
no sea que te mueras de miedo
al verte viviendo allí mismo
rezagado comiendo
las sobras de lo que despreciaste.